Jueves, 9 septiembre, 1937.
Pisa y sus hombres recostados frente al Duomo. El Campo Santo, sus líneas
rectas, cipreses en las cuatro esquinas. Se comprenden las querellas de los
siglos XV y XVI. Cada ciudad cuenta aquí con su rostro y su verdad
profunda.
No hay otra vida que aquella cuya soledad marcaba el ritmo de mis pasos a
lo largo del Arno. También la que me excitaba en el tren que bajaba a Florencia.
Aquellos rostros de mujeres, tan graves, arrebatados de pronto por la risa
(...). Bajando a Florencia me entretuve contemplando los rostros, bebiendo
sonrisas.
lunes, mayo 08, 2006
Camus en la Toscana.
Siempre encuentras lo necesario para el lunes el miércoles, lo necesario para marzo en mayo. Así sucede con casi todo y no vale la pena lamentarse.
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