viernes, enero 18, 2008

Sobre la armonía.

Una noticia pasó de puntillas por este país hace un par de días. No es de extrañar, pues la vorágine política del marianazo a Gallardón hace palidecer todas las demás novedades.
Sin embargo, en medio de todo ese descontrol, de esa voraz dinámica en la que nos encontramos, una nota de prensa apenas leída y apenas radiada pudo haber llenado al país de esperanza y optimismo.
Se trata de la presentación de un libro de yoga a la que acudió Rodrigo Rato. En ella defendió con pasión el yoga como garante de armonía. En concreto habló de que el autor está completamente volcado en su vocación de conseguir que el individuo "evite la neurosis y agitación que predominan en las sociedades modernas."
Es curioso, un exvicepresidente económico de un gobierno de dos legislaturas, un exdirector-gerente del FMI, un trabajador recién contratado por el Banco Santander a razón de 200.000 euros anuales, tiene tiempo para la espiritualidad. Todo un detalle por su parte.
Me pregunto si en sus despachos de NY o de Madrid habría un jardincillo zen de esos de arena y rastrillo, o una colchoneta en la que poner a punto el karma.
Habría que hacer un estudio sobre el enorme influjo de la espiritualidad oriental en los políticos occidentales, tanto de la izquierda como de la derecha. La deriva errante de los sueños colectivos ha hecho buscar a los unos un caparazón que dote de sentido el mirarse en el espejo, mientras que los otros lo conciben como una especie de individualismo trascendental muy en sintonía con el individualismo neoliberal.
Ya sabes,hipotético/a lector/a; si te agobian la inflación, la hipoteca, la miseria o la injusticia, haz la flor de loto y deja que el mundo fluya. O siéntate sobre un muro a pensar en la cara que tenías antes de nacer. ¿Qué cara tendrías tú antes de nacer, amigo Rato?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Esta http://www.xuvecurtis.com/ies/sorteo_porco/cerdo_reir.jpg

Saludos!