sábado, abril 24, 2010

Con diez años de retraso.

Pienso en estos últimos tiempos con frecuencia en el siglo XX. Me sorprendo a mí mismo imaginando determinados sucesos de la historia en general o repasando aspectos de mi historia. No llego a conclusiones en ninguno de los dos ámbitos. Pero encontré por casualidad este poema de Eugenio Montejo a modo de despedida para la centuria.

Adiós al siglo XX

a Alvaro Mutis

Cruzo la calle Marx, la calle Freud;

ando por una orilla de este siglo,

despacio, insomne, caviloso,

espía ad honorem de algún reino gótico,

recogiendo vocales caídas, pequeños guijarros

tatuados de rumor infinito.

La línea de Mondrian frente a mis ojos

va cortando la noche en sombras rectas

ahora que ya no cabe más soledad

en las paredes de vidrio.

Cruzo la calle Mao, la calle Stalin;

miro el instante donde muere un milenio

y otro despunta su terrestre dominio.

Mi siglo vertical y lleno de teorías...

Mi siglo con sus guerras, sus posguerras

y su tambor de Hitler allá lejos,

entre sangre y abismo.

Prosigo entre las piedras de los viejos suburbios

por un trago, por un poco de jazz,

contemplando los dioses que duermen disueltos

en el serrín de los bares,

mientras descifro sus nombres al paso

y sigo mi camino.

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