En los países de Occidente, amiga mía
el poeta nace libre
como los peces en los extensos mares
y canta
en el regazo de los lagos,
en los prados susurrantes
y en los campos de granados.
... Aquí
el poeta nace en un saco de polvo,
canta a reyes de polvo,
a caballos de polvo
y a espadas de polvo.
Es un milagro
que el poeta convierta la noche en día.
Es un milagro
que plantemos flores
entre asedio y asedio.
Nosotros no escribimos
-como el occidental- poesía,
escribimos, amiga mía,
el acta de suicidio.
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