Cuando se trata de amor, no es posible decir de qué cosas puede convencerse la gente. A pesar de todas las pruebas de que la vida es discontinua, un valle de fisuras, y de que la casualidad desempeña un importante papel en nuestros destinos, seguimos creyendo en la continuidad de las cosas, en la causalidad y el sentido. Sin embargo, vivimos sobre un espejo roto, y todos los días aparecen en su superficie grietas nuevas. Las personas pueden deslizarse por esas grietas y perderse. O, como mis padres, verse lanzadas por la suerte una en brazos de otra, y enamorarse.
(El suelo bajo sus pies).
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