Hace siglos la India concertó una cita con el destino, separándose del poderoso protocontinente meridional de Gondwanalandia y uniendo su suerte a la masa septentrional de Laurasia. Los montes Himalaya son la prueba de esa unión; el beso que nos unió a nuestra suerte. ¿Fue un beso que fracasó? ¿Preludian esos nuevos movimientos de la Tierraun divorcio titánico? ¿Comenzarán los Himalayas a encogerse muy lentamente?
(El suelo bajo sus pies).
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