En estos días se cumple el quinto aniversario de la invasión de Irak. Por casualidad coincide para mí con la lectura de Las sirenas de Bagdad, de Yasmina Khadra. El libro no alcanza la cumbre de su trilogía de Argel, pero vale la pena.
De todas formas, más que en asuntos de estos días, ese aniversario que quizá pase desapercibido entre procesiones de Semana Santa y de coches me recuerda a un libro que leí hace años y que no tiene nada que ver con el tema.
No recuerdo su título, pero sí que estaba ambientado en los Andes, en una pequeña y aislada comunidad. El libro transmitía una gran sensación de miseria y desamparo, lo que era inusual, pues se trataba de una obra de una colección para jóvenes (creo que Ala Delta). En estos días recordé a uno de los personajes, un maestro que buscaba en una tienda periódicos para enterarse de las noticias. Todos los periódicos que allí había estaban desfasados y, frecuentemente, se referían a varios años atrás; sin embargo eso no suponía ningún problema para el maestro, quien decía que las noticias son siempre las mismas.
Recordé a aquel maestro cuando me topé, en el colosal libro de Fernando Báez ya mencionado por estos pagos, una frase:
"Los comunicados procedentes de Bagdad son inadecuados, falsos e incompletos. Todo se encuentra mucho peor de los que nos han dicho. Hoy estamos próximos a un desastre".
Su autor es Lawrence de Arabia y data de 1920.
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