En la impresionante ciudad de Sarlat (Francia) había una iglesia que tras la revolución dejó de serlo para pasar por múltiples vicisitudes, desde la práctica ruina a oficina de correos. En 2001 el arquitecto Jean Nouvel la convierte en mercado y subraya su intervención con dos puertas de acero negro que generaron polémica pero que tienen su encanto, robusto y macizo, pero encanto al fin y al cabo.
En el interior, las dos hojas cerradas forman una frase de Jean Baudrillard: "La arquitectura es una mezcla de nostalgia y de extrema anticipación".
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