martes, julio 31, 2007

Puentes.


Existe una asociación denominada Puentes para la Prosperidad, creada a raíz de la lectura de una revista. Un constructor estadounidense esperaba una reparación mecánica en Virginia y decidió hojear una revista. Allí encontró la imagen de un puente destruido en Etiopía durante la ocupación italiana (1935 - 1941); para pasar de un lado a otro era necesaria una cuerda.

A partir de ahí decidió recontruir el puente, en diez días y con un coste de poco más de cien mil dólares.

Han continuado con proyectos en Nepal o Indonesia. Mario Benedetti decía:


Que quien siembra muros no recoge nada,

Que casi todos somos albañiles de muros,

Que sería mejor construir puentes,

Que obre ellos se va a la otra orilla y también se vuelve,


En España la última subida del Euríbor encarece en unos noventa euros las hipotecas. No hay puentes para ese tipo de abismos.

viernes, julio 20, 2007

Por si las moscas.


Dani deja Por si las moscas en manos de unos amigos mientras prepara su marcha a Noruega. Quizá lo mejor que puede hacer un universitario contemporáneo es irse un curso al extranjero, palabra que ha perdido gran parte de su carga remota en las últimas décadas.

Desde aquí nos alegramos antes el nuevo horizonte que se le abre en el inmenso norte, sabemos que tendrá suerte, y le echaremos de menos. Aunque en el zoco no abundan los artículos sobre el periodismo y la actualidad (los que hay son de segunda mano y nada originales), Por si las moscas era y es un lugar donde se respiraba libertad e ilusión por parte de una de las profesiones más denostadas y quizás más vendidas de la sociedad actual. Ojalá Por si las moscas nunca sea un paraíso perdido para los periodistas que hoy pasan por ahí.

Un abrazo y suerte, Dani.

martes, julio 10, 2007

El zaguán de Salman (V)

Cuando se trata de amor, no es posible decir de qué cosas puede convencerse la gente. A pesar de todas las pruebas de que la vida es discontinua, un valle de fisuras, y de que la casualidad desempeña un importante papel en nuestros destinos, seguimos creyendo en la continuidad de las cosas, en la causalidad y el sentido. Sin embargo, vivimos sobre un espejo roto, y todos los días aparecen en su superficie grietas nuevas. Las personas pueden deslizarse por esas grietas y perderse. O, como mis padres, verse lanzadas por la suerte una en brazos de otra, y enamorarse.
(El suelo bajo sus pies).

miércoles, julio 04, 2007

Yasmina Khadra.


Yasmina Khadra es el pseudónimo de Mohamed Moulessehoul, antiguo comandante del ejército argelino que empleó ese nombre de mujer para poder publicar sus obras.

Entre ellas destaca una trilogía policíaca ambientada en Argel, protagonizada por el inspector Brahim Llob y compuesta por: Morituri, Doble blanco y El otoño de las quimeras.

A lo largo de las distintas historias Khadra realiza un retrato lúcido y sin afeites de la Argelia de los años 90, sin ningún tipo de concesiones a la barbarie fundamentalista ni a la corrupción institucional que tiraban del país hasta desgarrarlo.

El primero y el último capítulo de Morituri comienzan como anotaremos a continuación; las penúltimas páginas de El otoño de las quimeras son de lo mejor que se puede leer, pero no las pondremos.


Sangrando por los cuatro costados, el horizonte pare con cesárea una jornada que, al cabo, no habrá merecido la pena. Me extraigo de mi camastro, completamente desvitalizado por un sueño siempre al acecho de todo lo que se mueve. Estos son tiempos duros: aquí nadie está libre de una desgracia.

(...)

Miro Argel y Argel mira al mar. Esta ciudad ya no siente emociones. Es el desencanto a más no poder. Ha dado al traste con sus símbolos. Su historia, forzada a pasar a la reserva, dobla el espinazo y sus monumentos se van encogiendo.

martes, julio 03, 2007

El poema y la geografía. (Nizar Qabbani)

En los países de Occidente, amiga mía
el poeta nace libre
como los peces en los extensos mares
y canta
en el regazo de los lagos,
en los prados susurrantes
y en los campos de granados.

... Aquí
el poeta nace en un saco de polvo,
canta a reyes de polvo,
a caballos de polvo
y a espadas de polvo.
Es un milagro
que el poeta convierta la noche en día.
Es un milagro
que plantemos flores
entre asedio y asedio.

Nosotros no escribimos
-como el occidental- poesía,
escribimos, amiga mía,
el acta de suicidio.