viernes, junio 30, 2006

Historia e historias.

De Howard Zinn*:

La historia resulta siempre una buena excusa para recurrir a ella cuando se duda de hacerlo a Dios porque ambos juegan el mismo papel. Ambos son abstracciones, ambos carecen realmente de sentido si no lo pone uno mismo. Soy consciente de que el presidente Bush recurre mucho a Dios y creo que duda de hacerlo a la historia porque pienso que la palabra historia le desconcierta. No se encuentra seguro de qué hacer con ella y le resulta más familiar Dios.
Los líderes políticos, supongo, creen que la población está tan desconcertada por la palabra historia como ellos con la palabra Dios, y que pueden aceptar cualquier interpretación de la historia que se le ofrezca. Así que los dirigentes políticos se sienten libres para declarar que la historia está de su parte y tienen vía libre para servirse de ella como quieran.


* Howard Zinn: Historiador estadounidense (1922) y activista en el campo de los derechos civiles, especialmente en lo que respecta a los derechos de la población en las guerras. Sus escritos se basan en el marxismo, el anarquismo, el socialismo y la socialdemocracia. Ignoro el porcentaje de cada componente.

martes, junio 27, 2006

Alemania. Más allá del Mundial de fútbol. (IV).


El casco prusiano.

Una de las caricaturas más frecuentes sobre el carácter alemán se remite al famoso casco prusiano, vigente en el ejército alemán durante la primera guerra mundial (1914 - 1918). La verdad es que en la era de la ametralladora y del gas venenoso no tenía demasiada utilidad, pero anteriormente servía, según dicen los que saben de cascos, para desviar golpes de espada.

Fin de curso.

De Michal Viewegh, checo y genial en La educación de las chicas en Bohemia. Aun recortado, es largo pero vale la pena. Recoge un discurso de final de curso obra de un alumno:

Oye Doubek, me dijeron, estaría bien que alguien les diese las gracias. ¿A quién?, le pregunté. A los maestros ¿no?, ¿Y por qué?, le pregunté. ¿Acaso no les pagan?. Pero se me quedó la idea en la cabeza. No es que no, pero hasta cierto punto. Digamos que, por ejemplo, me enseñaron a leer y a escribir y cuándo fueron las guerras púnicas, pero por otra parte me dejaron no sé cuántas veces castigado después de clase y pillé cinco veces piojos (...). Sacando cuentas, estamos con los maestros más o menos empatados, me dije, y además dentro de un par de días nos largamos, asíu que a quién hay que darle las gracias.
Pero seguía con la idea metida en la cabeza. Me fijaba en los maestros, que ya casi no hablaban y parecían igual de gastados que los libros de texto esos que acabamos de devolver. ¿Y qué?, me decía, si es parte de su trabajo. Finalmente caí tan bajo que empecé a pensar en ellos como maestros, pero dio lo mismo, porque no se me ocurrió nada que valiese la pena (...) y no sé por qué me acordé de mi madre, que el año pasado tuvo un encuentro de antiguos alumnos de noveno. El viernes se compró para la fiesta una falda nueva y esmalte de uñas y el sábado fue a la peluquería y se pasó toda la tarde mirando viejas fotos y el domingo por la mañana nos anunció que no iba a ir a ninguna parte, porque hay cosas que ya no vuelven dijo, y yo les miraba las uñas pintadas a las chicas de nuestra clase y se me ocurrían un montón de preguntas y ninguna respuesta.
Y vinieron a verme otra vez y me preguntaron ¿Por Dios, tienes ya el discurso, Dub?, pero yo seguía sin tenerlo y lo único que tenía era rabia, porque la verdad es que era como otro deber que me habían puesto a mí solo y a los demás no (...).
Al final me salvó una casualidad. Fue anteayer, cuando salía de comer en el comedor, y de la ventana de los profesores me llamó la maestra de nuestra clase, pero no me llamó Doubek, me llamó Petr, como me llamo yo normalmente. Me acerqué despacio a la ventana donde estaba y me puse a pensar si no me había visto un rato antes tirar la cáscara de plátano, y en ese momento fue cuando se me ocurrió.
Se me ocurrió pensar que habían estado todo el tiempo llamándonos. Desde algún lugar al otro lado de la calle, como la maestra de mi clase a mí. Para que nos acercáramos a ellos, a la vida de los adultos. Y es que nos explicaban las guerras púnicas pero de verdad nos estaban llamando, no con palabras, solamente con estar enfrente y con mirarnos de vez en cuando con tanta superioridad, como diciendo que ya tendríamos que dejar de jugar al escondite y de hacer figuras de plastilina y que tendríamos que nadar hacia donde ellos estaban, hacia la otra orilla. Y creo que por esa llamada sí que deberíamos darles las gracias.

miércoles, junio 21, 2006

Alemania. Más allá del Mundial de fútbol. (III)


Caspar David Friedrich (1774- 1840) destaca por ser uno de los pintores paisajistas románticos más conocidos y reconocidos. En sus cuadros, más incluso que lo que está, es de especial interés lo ausente, lo que veríamos si pudiésemos avanzar unos pasos.

martes, junio 20, 2006

Tres razones.

Hay libros que, tras leerlos, se quedan dando vueltas, apareciendo y desapareciendo en cualquier momento y sin acaban de irse. Así sucede con Shalimar el payaso, del imprescindible Rushdie.

Tres meses después anoto tres razones para no olvidarlo:

1.- Su impresionante capacidad para caracterizar a los personajes de formas muy plásticas:

Sus sentidos eran arenas movedizas (...). Ahora veía sonidos. Oía colores. Tocaba sentimientos. Tenía que controlarse en las conversaciones para no preguntar "¿Qué es ese ruido rojo?."

2.- Su acertada visión sobre los problemas eternos de la humanidad:

La pérdida del sueño de un hombre, del hogar de una familia, de los derechos de un pueblos, de la vida de una mujer (...) es la pérdida de nuestras libertades: de todas las vidas, todos los hogares, todas las esperanzas. Cada tragedia se pertenece a sí misma y al mismo tiempo a todos los demás. Lo que disminuye a alguno nos disminuye a todos.

3.- Su sentido del humor:

Muerta, Nazarébaddor parecía más jovial de lo que había sido en los últimos días de su vida, y reconoció a muchos de los que la habían visto en visiones que la muerte le sentaba bien.
El horario es mejor - decía - y no tienes que preocuparte de los animales.

lunes, junio 19, 2006

Alemania. Más allá del Mundial de fútbol (II).

Johann Karl Friedrich Gauss (1777 - 1855), uno de los más grandes matemáticos de la historia, nació en Brunswick. Antes de cumplir tres años corrigió a su padre mientras éste se hallaba calculando lo que había de pagar a sus obreros. No sabemos si el error paterno era a favor o en contra del empresario. Lo que sí llama la atención es que Gauss por aquel entonces no sabía leer.
Hoy el padre le diría que se dejase de tanto número y cogiese el balón o el micrófono.

domingo, junio 18, 2006

Cifras discutibles.

A poco que uno busque por internet, puede encontrar la estimación de que el ser humano derrama, a lo largo de toda su vida, unos 70 litros de lágrimas... Me parece una afirmación arriesgada, pero me hace preguntarme cuánto habrán llorado los dictadores, los magnates de las finanzas o los programadores de televisión.

sábado, junio 17, 2006

Alemania. Más allá del Mundial de fútbol.

En su última etapa, concretamente en 1953, Bertolt Brecht resumía el siglo XX y anunciaba el XXI en tan sólo seis versos.

Estoy sentado al borde de la carretera,
el conductor cambia la rueda.
No me gusta el lugar de donde vengo.
No me gusta el lugar a donde voy.
¿Por qué miro el cambio de rueda
con impaciencia?

viernes, junio 16, 2006

Más cosas copiadas.

En esta ocasión copiamos (qué palabra tan fea, mejor decir "nos inspiramos" en) una iniciativa de un periódico, que durante la feria del libro de Madrid propuso a los lectores que escribiesen la dedicatoria personal que les gustaría leer de una serie de escritores.
Así que, para una inmensa minoría, el zoco propone la misma idea a sus escasos (qué palabra tan fea, mejor decir, "selectos") lectores, pero con una diferencia: vale cualquier escritor y cualquier libro. Ánimo.
A modo de ejemplo, supongamos una hipotética e improbable petición de dedicatoria efectuada por Vargas Llosa:
A Gabriel García Márquez, El amor en los tiempos del cólera. "Para ti el amor y para mi el cólera. Siempre tuyo, Gabo."

¿Cuál es tu petición?

jueves, junio 15, 2006

Calígula.

Ahora que el fin de curso muestra su inminencia, propongo, a fin de que sea valorado de cara a su realización en algún festival de fin de curso de colegios e institutos, el siguiente diálogo de la obra Calígula (Albert Camus, 1945). Propongo sea introducida entre los esperados playbacks de Shakira y de Opá, a modo de entremés teatral.

- Buenos días, Cayo.
- Buenos días, Helicón.
- Pareces cansado.
- He caminado mucho.
- Sí, tu ausencia se ha prolongado mucho.
- Era difícil de encontrar.
- ¿El qué?
- Lo que yo quería.
- ¿Y qué es lo que querías?
- La luna.
- ¿Qué?
- Sí, quería la luna.
- ¡Ah!... ¿Para qué?
- Bueno... es una de las cosas que no tengo.
- Claro. ¿Y ya está todo resuelto?
- No, no he podido conseguirla.
-¡Qué lástima!
- Sí, por eso estoy cansado... ¡Helicón!
- Sí, Cayo.
- Piensas que estoy loco.
- De sobras sabes que nunca pienso. Soy demasiado inteligente para ello.
- Sí. ¡En fin! Pero no estoy loco y aún más: nunca he sido tan razonable. Simplemente, sentí en mí, de pronto, la necesidad de lo imposible. Las cosas, tal como son, no me parecen satisfactorias.
- Es una opinión bastante difundida.
- Es cierto pero antes no lo sabía. Ahora lo sé. El mundo, tal como está hecho, no es soportable. Por eso necesito la luna o la felicidad, o la inmortalidad, algo descabellado quizá, pero que no sea de este mundo.

miércoles, junio 14, 2006

Pequeños placeres.


La pimienta negra.

Su planta, el pimentero de la familia de las piperáceas, procede de la India. La diferencia de la pimienta negra con la blanca radica en que aquella es el fruto recolectado antes de que madure y secado para que se ennegrezca, mientras que la blanca es el fruto maduro, sin corteza y molido. Existen más variedades, como por ejemplo la pimienta de Jamaica (en la imagen), que se obtiene de un arbusto de la familia de las mirtáceas (Pimenta officinalis) propio de América.

Se conoce desde la antigüedad clásica y, posteriormente, los musulmanes actuaron de intermediarios en el intercambio Europa - Asia. En su comercio durante el siglo XVI tuvo gran protagonismo Portugal, que centralizó su comercio en el puerto indio de Goa, para después moverla por el interior de Europa a partir de Amberes. Esta actividad portuguesa (en régimen de monopolio) se carga la ruta anterior (hasta Egipto llevaban la pimienta los musulmanes y ésta cruzaba el Mediterráneo con los venecianos). Los portugueses también la introdujeron en América.

Fue la especia objeto de más actividad comercial, se calcula que el 75% del este beneficioso comercio era de pimienta. Hoy está en cualquier supermercado, dando lustre y esplendor a casi cualquier plato.

martes, junio 13, 2006

Paisajes urbanos.


Vienen del Senegal, o del Caribe, de Lima, de El Salvador, o de Oaxaca, encuentran un trozo de acera y al trabajo. El mundo de los pobres lame nuestras orillas, como la subida de la marea de un mar global y calentado.
(E. L. Doctorow, Ciudad de Dios).

domingo, junio 11, 2006

La hora veinticinco.


C.V. Gheorghiu deja constancia en La hora veinticinco (1949) del infierno que supuso el avance de los totalitarismos en Europa oriental a raíz de la II Guerra Mundial. En esta novela, en la que ni un sólo párrafo está de más, son especialmente desgarradores las cartas que uno de los protagonistas envía al comandante del campo de concentración en el que está recluido:

Existe un escultor suizo, Alberto Giacometti, que realiza en el campo de la escultura los mismos principios y el mismo ideal de la belleza masculina y femenina que ustedes realizan en la práctica haciendo desaparecer la grasa y la carne del cuerpo humano. Trabajando en sus estatuas se esfuerza en eliminar la grasa, tanto del cuerpo humano como del espacio.
El cuerpo queda así reducido a una dimensión, adquiriendo las formas alargadas y áridas de un alambre.
Ustedes hacen lo mismo en el campo. Y sé que, desde siempre, su civilización se ha basado en principios estéticos.
Y cuando mañana, toda la superficie del globo esté poblada de hombres con cuerpos armónicos, de acuerdo con los nuevos cánones estéticos del arte de Giacometti - y de ustedes- el Universo resplandecerá de belleza.

sábado, junio 10, 2006

Plaga.

Veo con preocupación que en los comentarios del zoco están entrando supuestas alabanzas en inglés que remiten a páginas publicitarias. Nos están lanzanado una OPA hostil desde el mundo anglosajón. En fin. Que no dure mucho o habrá que cambiar de plaza.
Mañana anotaré lo que debería haber puesto hoy. Yankees go home.

viernes, junio 09, 2006

Azar Nafisi.

En Leer Lolita en Teherán recordaba sus clases en la universidad:

Expliqué que la finalidad de casi todas las grandes obras de imaginación era hacer que nos sintiéramos como extraños en nuestra propia casa. La mejor literatura siempre nos obligaba a cuestionarnos lo que dábamos por sentado. Ponía en duda las tradiciones y las esperanzas cuando parecían inmutables. Les dije a mis alumnos que quería que al leer aquellas obras pensaran en cómo les afectaban, les inquietaban, les hacían mirar alrededor y ver el mundo, como Alicia en el País de la Maravillas, con otros ojos.

jueves, junio 08, 2006

Azar Nafisi & Shirin Neshat.

Las dos lejos de Irán pero tan cerca... reflexionando desde las letras y las imágenes sobre ese país, en especial sobre las mujeres "borradas" en nombre de un dios al que sólo pueden interpretar los guardianes de la revolución.

Azar Nafisi, en Leer Lolita en Teherán, refleja un gran acto revolucionario protagonizado por ella y varias de sus alumnas universitarias: reunirse para comentar libros mal vistos: El gran Gatsby, Lolita, Casa de muñecas. Leer y compartir lo leído como manera de resistir en un mundo secuestrado. Nafisi conjuga los diálogos mantenidos en su sala de estar convertida en refugio con descripciones sobre la sociedad y la política, y, cómo no, sobre la literatura. En otra ocasión reflejaremos algo de este último tema. Hoy toca otra cosa:

El Gobierno no tardó mucho en aprobar nueva normas para restringir el atuendo de las mujeres en público y obligarnos a llevar el chador, o un manto negro y el pañuelo. La experiencia había demostrado que la única forma de que estas normas fueran acatadas era imponerlas por la fuerza. Debido a la abrumadora protesta de las mujeres contra las leyes, el Gobierno impuso primero la nueva norma en los lugares de trabajoy después en las tiendas, donde se prohibió hacer transacciones con mujeres sin velo. La desobediencia se castigaba de varias formas, desde sanciones económicas hasta setenta y seis latigazos y penas de cárcel. Más tarde, el Gobierno creó las famosas escuadras de la moralidad: grupos armados de cuatro personas de ambos sexos, que patrullaban las calles en un Toyota blanco para garantizar el cumplimiento de las leyes.

Shirin Neshat utiliza la imagen. Los conceptos fanáticos impuestos a la fuerza sobre la mujer en Irán es un tema transversal en su obra. Considero especialmente sobrecogedoras las imágenes de la serie Mujeres de Allah (mediados de los 90) en la que el silencio al que la mujer es condenada y relegada en público es cuestionado de un modo poético. La poesía es imprescindible cuando la realidad, además de prosaica, es irracional y hostil. Neshat no retrata a las mujeres como víctimas, sino que subraya la esperanza a través de la palabra, por encima de la prohibición, reivindicando un futuro cada vez más urgente... y más lejano para ese país.
Aquí nos preocupamos por si enriquecen uranio. No todas las miserias tienen la misma importancia
.

miércoles, junio 07, 2006

Medio ambiente.

Hace un par de días se le dio cierto bombo al Día mundial del medio ambiente, con retraso dejo constancia de una frase de Chagall al respecto:

En nuestros días está muy propagado ignorar la naturaleza. Esa actitud me recuerda a aquellas personas que nunca lo miran a uno a los ojos; me causan temor y debo dejar siempre de mirarlos.

martes, junio 06, 2006

Para una versión actual de la querella de los universales.

Leído en Se está haciendo cada vez más tarde, de Tabucchi:

No se pueden decir impunemente ciertas palabras, porque las palabras son las cosas.

Desde aquí pedimos que Dan Brown investigue al priorato que mantenga en la sombra el culto a Guillermo de Ockham; para saber su respuesta, y así iniciar una instructiva controversia en otro best-seller.

lunes, junio 05, 2006

Brokeback Mountain.

Sobre esta película leí - vi - escuché (no sabría afirmarlo con claridad, cosas de la saturación sensorial ¿informativa? de la "aldea global") que si sus protagonistas no fuesen homosexuales, la película no tendría nada de especial y pasaría sin pena ni gloria. En fin. Como estamos en la época de la admisión y extensión de los argumentos absurdos, propongo extender ese razonamiento; así que quitemos mérito a las siguientes películas:

1.- Crash (Paul Haggis): Si no existiese el culto popular a San Cristóbal, o si los iraníes iracundos leyesen las instrucciones de lo que compran, la película no tendría nada de especial.
2.-Million Dollar Baby (Clint Eastwood): Si el personaje del incombustible Clint hubiese rechazado a la aprendiz de boxeadora, alegando el establecimiento de numerus clausus o el retraso de la subvención europea para la escuela taller, la película no tendría nada de especial.
3.-El Señor de los Anillos III (Peter Jackson): Si Gollum mitigase su afán por el dichoso anillo comprando uno en un supermercado chino o Gandalf se hubiese acogido a la prejubilación acordada con la patronal de magos, la película no tendría nada de especial.
4.- Una mente maravillosa (Ron Howard): Si el personaje de Gladiator (juro que no recuerdo ahora su nombre) se dedicase a los sudokus y no a la teoría de juegos en sus años universitarios, la película no tendría nada de especial.
5.- Gladiator (Ridley Scott): Si Russel Crowe (ahora sí me acordé) siguiese siendo un honesto gladiador de provincias y no tuviese ese ansia de triunfar y vengarse en Roma (la capital tira), la película no tendría nada de interés.
6.- American beauty (Sam Mendes): Si Kevin Spacey se quedase en casa viendo el beisbol (sí, creo que allí entienden las reglas) en lugar de ir a ver actuar a su hija con las animadoras, no hubiese conocido a la amiga rubia, ergo la película no tendría nada de especial.
7.-El paciente inglés (Anthhony Minghella): Si el personaje de Ralph Fiennes tuviese acento británico y no húngaro, hubieran ido a recoger a Katherine Clifton a la cueva, y la película no tendría nada de especial...

Se podría continuar, pero me contento con poner algunos de los Oscars a la mejor película de los últimos tiempos. Aún así, no me digan que no es tentador, e incluso adictivo: Si los indios de La diligencia (John Ford) disparasen al principio a los caballos y no a la madera, Si el magnate de Ciudadano Kane (Orson Welles) en lugar de "Rosebud" dijese "Siento dejar este mundo sin probar pipas Facundo" o "Que sigan llevando mis cenizas a los partidos del betis..." el cine no tendría nada de especial, porque lo que hace especial a las películas son esos detalles que son, pero podrían no ser... como sucede con todo, absolutamente todo.

En fin, que me gustó Brokeback Mountain.

domingo, junio 04, 2006

Reencuentros.

El Océano Atlántico:
· Casi 80 millones de kilómetros cuadrados.
· Profundidad media de 3.743 metros.
· Depresiones que superan los 9.000 metros.
· 36 gramos de sal por kilo de agua.

Tan grande como parece.

sábado, junio 03, 2006

La lista de Schindler.


Ver de nuevo esa película, después de años (noches, nieves y solsticios, que diría Montejo) trae mil recuerdos y la misma sensación de que sigue haciendo mucha falta no olvidar.

viernes, junio 02, 2006

De nuevo dedicatorias.

Retomamos el viejo registro de las dedicatorias de libros al haber topado con una:

Este libro está dedicado a mi amigo Davide Benati, que mira, comprende y transforma en color.


(Antonio Tabucchi: Se está haciendo cada vez más tarde).

jueves, junio 01, 2006

Más sobre Bagdad.

Continuando con el tema de ayer, el testimonio del siglo XII precedía a un poema de Abu Tammam Habib b. Aws, muerto en 845, y que también sobrecoge por su actualidad:


¡Pues el mensajero de la muerte se alzó ya sobre Bagdad,
que quien la llore vierta sus lágrimas por la desolación del siglo!
Estaba junto a las aguas, mientras la guerra ardía;
mas, por suerte, en sus barrios se apagaría el fuego.
Esperábamos un retorno venturoso de la Fortuna,
pero hoy la desesperación anega la esperanza.
Como la vieja de la que han huido la juventud
y la belleza que antaño le favorecían.


En el siglo IX sí que sabían. Por aquí seguimos sin aprender.