jueves, noviembre 30, 2006

Más sobre reporteros.

No podía ser otro que Salman Rushdie el creador de estas palabras. Como no soy reportero de guerra no puedo evaluar su certeza, pero realmente impresionan, las pronuncia en primera persona Rai, el narrador de El suelo bajo sus pies, fotógrafo de muchas guerras que alcanzó una temprana e ¿inmerecida? fama por... (para llenar los puntos suspensivos, lee el libro).
En las zonas de combate no hay estructura, la forma de las cosas cambia todo el tiempo. Seguridad, peligro, control, pánico, esas etiquetas y otras se pegan y se separan continuamente de los lugares y las personas. Cuando salís de ese espacio, se queda con vosotros, su otredad se impone al azar a la aparente estabilidad de las calles de vuestra pacífica ciudad natal. ¿Y si...? se convierte en la verdad, os imagináis edificios que explotan en Gramercy Park, veis aparecer cráteres en el centro de Washington Square y caer muertas mujeres con bolsas de la compra en Delancey Street, picadas por el aguijón de los francotiradores. Hacéis fotos de vuestra pequeña parcela de Manhattan y empiezan a aparecer en ellas imágenes espectrales, fantasmas en negativo de los muertos distantes. Doble exposición: como en las fotografías de Kirlian, se convierte en una especie de verdad.

miércoles, noviembre 29, 2006

Lenguaje corporal.

Leo un breve artículo sobre la importancia del lenguaje corporal, de manera que me entero de que morderse el labio inferior o inclinar la cabeza se consideran signos de arrepentimiento. No puedo evitar pensar quién tuvo estos tics la semana pasada en Madrid, si Teodoro Obiang o sus anfitriones... o ninguno de ellos. El petróleo hace extraños compañeros de apretón de manos.

lunes, noviembre 27, 2006

26 de noviembre.

Aunque ya sea 27, quizá te interese saber que el 26 de noviembre de 2003 tuvo lugar el último vuelo del Concorde, o que ese día de 1504 murió Isabel la Católica, o que es festivo en Mongolia.

viernes, noviembre 24, 2006

-35. Miguel Gil.


El último -35 va para Miguel Gil.
Reportero de guerra, falleció en Sierra Leona el 24 de mayo de 2000. Recuerdo bien aquella época y la noticia, que aunque no tardó en dar un paso atrás en las crónicas de actualidad dejó en mí una huella imborrable. En los momentos más insospechados me he acordado de Miguel Gil, y no sabría decir bien por qué. Había algo especialmente trágico, innombrable y cruel en esa historia tantas veces vista antes y ahora, la muerte de nuestros ojos y oídos en las zonas del mundo a las que preferimos ni ver ni escuchar; o peor aún, a las que les hemos asignado un rol de muerte y desolación perennes para llenar nuestros medios de comunicación con esas malas noticias lejanas que tampoco incomodan tanto, porque pasan demasiado lejos. Pero Miguel Gil, con su cámara, estaba allí, mirando, haciéndonos mirar... y su mirada era extrañamente limpia. Tenía 32 años.

De él dijeron:

Era un refugio para sus compañeros y para las gentes azotadas por la guerra . (F. Quintela)

Miguel terminaba la mayoría de los días en África en una iglesia católica, rezando. A veces le acompañaba y le esperaba en los peldaños de la puerta. Solía pedirle que hablara bien de mí. (D. Guttenfelder)

Eran periodistas de élite mal pagados que sacrificaron involuntariamente sus vidas para ofrecer a las televisiones de todo el mundo un pedazo de historia viva, cruel y despiadada del mundo.(J. Fuentes).

La primera vez que lo vi me impresionó porque llevaba su destino escrito en el rostro, demacrado y largo, como los de los personajes del Greco. (A. Rojo).

En la presentación de un libro homenaje escrito por Gervasio Sánchez y Manu Leguineche, el primero decía: El periodista bueno se diferencia del malo porque busca la verdad, la justicia y la conmoción. El malo es el que raya el sensacionalismo.

jueves, noviembre 23, 2006

Nuevos molinos de viento.

Desde hace varios años la Agencia Espacial Europea está poniendo en marcha el proyecto Don Quijote, en el que dos naves, una llamada Hidalgo y otra Sancho saldrán al encuentro de un asteroide para modificar su rumbo y así ensayar hipotéticas respuestas a posibles colisiones futuras. La que chocará será Hidalgo, mientras que Sancho se quedará a una distancia prudencial para observar las consecuencias. Se ignora si Sancho tratará de persuadir a Hidalgo de su locura diciendo "No son gigantes, es el asteroide 2002 AT4" .

miércoles, noviembre 22, 2006

Alexander Nevski.


Produce una extraña y agradable sensación que en un curso de 30 horas sobre imagen y leguaje digital propongan realizar un trailer de dos minutos tras un reiterado visionado de unos 20 minutos de escenas de Alexander Nevski, obra maestra de Eisenstein (1938). Es casi sacrílego, pero causa tanta emoción...

domingo, noviembre 19, 2006

Tarde de sábado.

Café, jazz, botella de vino y película de Juanma Bajo Ulloa al volver a casa. Gran tarde de sábado.

viernes, noviembre 17, 2006

De nuevo lugares y canciones...

Faltaba una de Sabina (aunque la versión de Adriana Varela es altamente recomendable).

Con la frente marchita.

Sentados en corro merendábamos, besos y porros
y las horas pasaban deprisa entre el humo y la risa.
Te morías por volver con la frente marchita cantaba Gardel
y entre citas de Borges Evita bailaba con Freud,
ya llovió desde aquel chaparrón hasta hoy.

Iba cada domingo a tu puesto del rastro a comprarte
carricoches de miga de pan, soldaditos de lata.
Con agüita de un mar andaluz quise yo enamorarte
pero tú no querías más amor que el de río de la Plata.

Duró la tormenta hasta entrados los años ochenta
luego el sol fue secando la ropa de la vieja Europa.
No hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás sucedió
mándame una postal de San Telmo, adiós cuídate
y sonó entre tú y yo el silbato del tren.

Iba cada domingo a tu puesto del rastro a comprarte
monigotes de miga de pan, caballitos de lata.
Con agüita del mar andaluz quise yo enamorarte
pero tú no querías más amor que el de río de la Plata.

Aquellas banderas de la patria de la primavera
a decirme que existe el olvido esta noche han venido
te sentaba tan bien esa boina calada al estilo del Ché
Buenos Aires es como contabas, hoy fui a pasear
y al llegar a la Plaza de Mayo me dio por llorar
y me puse a gritar ¿donde estás?

Y no volví más a tu puesto del rastro a comprarte
corazones de miga de pan, sombreritos de lata.
Y ya nadie me escribe diciendo no consigo olvidarte
ojalá que estuvieras conmigo en el río de la Plata
Y no volví más a tu puesto del rastro a comprarte
carricoches de miga de pan, soldaditos de lata.

miércoles, noviembre 15, 2006

Fotógrafos.


La primera parte de El suelo bajo sus pies, de Rushdie, es sencillamente magistral. En la segunda los personajes abandonan la India y la historia pierde algo de fuelle, aunque aún quedan 150 páginas para que remonte. Aún así el libro está lleno de perlas:

De niños todos somos fotógrafos, sin necesidad de cámaras, quemando imágenes para convertirlas en memoria.

martes, noviembre 14, 2006

Caro Diario

Caro Diario


Un fragmento de Caro Diario de Nanni Moretti puesto en un curso sobre imagen y sonido. El director sobre una vespa, recorriendo todo tipo de barrios romanos, y recreándose en la contemplación de fachadas de todo tipo... Impresionantemente sencillo, incomparablemente bello.

(Gracias por tu comentario y aguardo tu fachada, Plutón).

domingo, noviembre 12, 2006

Sobre ruedas.

En 1839 Charles Goodyear dio el primer paso para la creación de la rueda moderna, aunque más que paso fue un traspiés, ya que descubrió la vulcanización casualmente al volcar por accidente azufre en una sartén con latex. Vaya desayunos.

jueves, noviembre 09, 2006

años 80

Decía Andy Warhol que en los años 80 habría un futuro distinto cada quince minutos.

martes, noviembre 07, 2006

Calles.


Unos 730 días, con sus noches y el tiempo fragmentado en miles de instantes que puedes reencontrar en cualquier parte, en cualquier gesto, en cualquier imagen... Cosas del siglo anterior.

domingo, noviembre 05, 2006

Proyectos.

Entre los proyectos nunca iniciados registrados en los libros del zoco, se le guarda especialmente a uno: fotografiar fachadas. Seguro que no es original, que ya ha sido puesto en práctica, pero ya se sabe que el zoco no puede competir con IKEA, Inditex o El Corte Inglés, y así se especializa en productos de segunda mano.

La idea surgió en un trayecto al volante, de ida y vuelta cada día, de lunes a viernes, varios meses por la LU -103. En ese desplazamiento calificado de pendular por la geografía contemporánea, comenzó a marcar un antes y después el paso junto a una casa abandonada, al pie de la carretera, a mano izquierda o derecha según la ida o la vuelta. No era especialmente bonita, pero llamaba la atención su fachada, por estar el cuerpo central franqueado por un par de pilastras que se abrazaban a media altura como si se estuviesen dando las manos con unos capiteles simples y contrapuestos. En la parte superior de ese saludo, existía un ventanal cuadrangular dividido en múltiples rectángulos, creo recordar que alguno sin cristal, configurando una sonrisa mellada. Abajo, la puerta de entrada, de dos cuerpos, siempre cerrada. La casa era blanca y sus paredes, por efecto del paso del tiempo, comenzaban a combarse, inclinándose hacia atrás como si el edificio quisiese tumbarse de una vez para abandonar su inútil posición de espera.
Surgió la idea de parar un día y fotografiarla. Nunca se llevó a cabo.
En fin, lo que es el aburrimiento cuando se conduce.

miércoles, noviembre 01, 2006

Murallas.

Hoy por hoy, por su aparición en los medios, la muralla que proyecta construir el gobierno de George W. Bush en su frontera sur es una cuestión de total relevancia. Su objetivo es controlar la inmigración latinoamericana ilegal. Es curioso ese empeño de Occidente por "tapar" la pobreza de otras áreas empleando la última tecnología, ya sea constructiva o ideológica. Vemos a los inmigrantes y nos preguntamos ¿Cómo es posible? mientras desayunamos cacao mexicano, nigeriano o de Costa de Marfil; o quizá café de Brasil, Etiopía o incluso Ruanda.
Estamos rodeados, y nos beneficiamos, de los productos que demuestran la explotación atroz de nuestras empresas y nuestra libertad de mercado, pero no estamos dispuestos a aceptar que las consecuencias sociales del capitalismo hipócrita y salvaje que ejercemos vengan a nuestros países y caminen por nuestras calles con esas camisetas hechas con su algodón y su trabajo, pero comercializadas por nuestras grandes firmas. ¿Cómo es posible?, nos preguntamos inquietos porque la marea humana no disminuye . Pues poner muros. Cuánta seguridad nos dan los ladrillos y el hormigón. Y seguir en los mismo, perpetuando este paraíso gris y plastificado de constructores y gente que miramos hacia otro lado.