domingo, noviembre 05, 2006

Proyectos.

Entre los proyectos nunca iniciados registrados en los libros del zoco, se le guarda especialmente a uno: fotografiar fachadas. Seguro que no es original, que ya ha sido puesto en práctica, pero ya se sabe que el zoco no puede competir con IKEA, Inditex o El Corte Inglés, y así se especializa en productos de segunda mano.

La idea surgió en un trayecto al volante, de ida y vuelta cada día, de lunes a viernes, varios meses por la LU -103. En ese desplazamiento calificado de pendular por la geografía contemporánea, comenzó a marcar un antes y después el paso junto a una casa abandonada, al pie de la carretera, a mano izquierda o derecha según la ida o la vuelta. No era especialmente bonita, pero llamaba la atención su fachada, por estar el cuerpo central franqueado por un par de pilastras que se abrazaban a media altura como si se estuviesen dando las manos con unos capiteles simples y contrapuestos. En la parte superior de ese saludo, existía un ventanal cuadrangular dividido en múltiples rectángulos, creo recordar que alguno sin cristal, configurando una sonrisa mellada. Abajo, la puerta de entrada, de dos cuerpos, siempre cerrada. La casa era blanca y sus paredes, por efecto del paso del tiempo, comenzaban a combarse, inclinándose hacia atrás como si el edificio quisiese tumbarse de una vez para abandonar su inútil posición de espera.
Surgió la idea de parar un día y fotografiarla. Nunca se llevó a cabo.
En fin, lo que es el aburrimiento cuando se conduce.

1 comentario:

Anónimo dijo...

No deja de sorprender que un escritor consumado (y reconocido por las esferas literarias) como tú diga precisar de una cámara de fotos para retratar una fachada. Es más, no sé si queriendo o no ya has puesto en marcha el proyecto con el retrato, que en el post, haces de la casa; desde luego yo ya la tengo en mente, probablemente mucho más nitidamente que si hubiese visto una fotografía.
Ahora, me veo en la obligación de dejar yo el retrato de alguna fachada aunque en este momento no llevo encima mi cámara. Aunque prometo hacerlo en breve.
Por último, me tomo la libertad de arengar a todos los "zoqueiros" a que dejen sus retratos de fachadas del mismo modo Alfonso S.R. lo ha hecho.
Chaus!