
En la sobrecogedora novela La carretera, de Cormac McCarthy, un padre y un hijo se desplazan a duras penas camino al sur por un paisaje calcinado años después de una catástrofe indeterminada y global. El catálogo de horrores protagonizados por hombres que se encuentran a lo largo de la carretera es atroz y aterrador. En ocasiones, el niño pregunta al padre si ellos son de los buenos y el hombre responde que claro, que son los portadores del fuego.
Hoy es noche de San Juan y casi no recordaba la sensación mágica de mirar cómo el fuego se desenreda, aunque ya no queden brujas que espantar más allá de las cifras de la macro y microeconomía.
Felices días de solsticio para todos.
Imagen de aquí.