domingo, mayo 21, 2006

Fauna abisal.

Seguimos con Doctorow:


Hay un pez, el pez hacha, que merodea en la profunda oscuridad con unos ojos protuberantes en lo alto de la cabeza, que tiene cuernos, y que posee la habilidad de iluminar eléctricamente su ano para cegar a los depredadores que lo persiguen. El ano eléctrico, sin embargo, no es una característica innata. Tiene su origen en una colonia de bacterias fosforescentes que se alojan de manera simbiótica en el agujero del culo del pez. (...). Pero si crees en el juicio divino de Dios y contemplas la reencarnación, entonces podría ser razonable suponer que una cierta bacteria que vive en el ano de un pez hacha especialmente primitivo en el fondo del océano es el alma reciclada y plenamente sensitiva de Adolf Hitler, que brilla miserablemente a través de ese estiércol en el que periódicamente es bañado y alimentado.

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